“Hola, vendo uno de mis riñones por necesidad, llevo una vida sana, no tengo vicios y tengo 22 años, soy de Huancayo-Perú”. Este es uno de los anuncios que un buen número de peruanos coloca en diversos espacios de Internet para poner a la venta sus riñones.
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Las plataformas virtuales que más usan son redes sociales (Facebook y WhatsApp), principalmente, así como blogs y páginas webs.
Todos ellos tienen en común, según argumentan, el pasar por graves problemas económicos, motivo que les condujo a ofertar dicho órgano de su cuerpo. Por ello, se ofrecen al mejor postor asegurando no tener vicios, contar con un buen estado de salud, no fumar ni tomar alcohol.
OJO se contactó con al menos 20 peruanos que vienen ofreciendo, a la fecha, sus riñones. “Hola me encuentro en Junín. Perú. Tengo 32 años, sin vicios. Vendo uno de mis riñones para salir de mis deudas y apoyar a mi familia”, nos escribió uno de los vendedores.
Los precios que piden por dicha glándula son variados. Uno de ellos solicitó 350 mil dólares por “donar un riñón a cambio de una compensación económica”.
“Que sean 50 mil dólares. Y yo le doy el riñón a tu familiar. Porque hubo una clínica en EE.UU. que me quería comprar por 500 mil dólares. Si te das cuenta, es más dinero, pero también soy humana y si puedo ayudarte, lo quiero hacer”, nos ofreció otra vendedora.
De acuerdo a todos los vendedores entrevistados, el precio mínimo por un riñón no baja de los $25 mil.
ASÍ OPERAN. En varios de los casos, los vendedores de riñones ofrecían realizar un examen médico general o de compatibilidad con el paciente a trasplantar el órgano, que tiene que ser pagado por el comprador.
“Ya no está disponible (el riñón). Pusimos el anuncio en Internet hace un año. En paralelo, estábamos en la lista de espera de una clínica de EEUU. Y ellos hicieron unos trámites aquí, pagaron el pasaje de mi hermano hasta allá, donde le hicieron el trasplante a un paciente. Ellos asumieron todos los gastos”, contó a este diario otro vendedor al disculparse por el órgano que ya no estaba disponible a la venta.
En el Perú, así como en varios países del mundo, la compra y venta de órganos humanos es ilegal y quienes trafiquen con sus órganos, así como los médicos que participen en un trasplante de este tipo, pueden ir a la cárcel, que puede llegar hasta los 8 años.
El Ministerio público aloja del 2011 al 2020 un total de 10 casos del delito de tráfico de órganos (venta, compra y relacionados).