En la mira de su institución. La Inspectoría General de la Policía Nacional sancionó a 8,345 policías, entre oficiales y suboficiales, por diversas faltas, mayormente por incumplimiento de las órdenes, instrucciones y la normatividad vigente en la institución.

Un informe al que tuve acceso OJO señala que en el 90% los sancionados fueron suboficiales y el resto oficiales, como capitanes y mayores.

De todos los procesos, la mayoría de las sanciones aplicadas corresponden a infracciones leves, seguidas de las graves y finalmente, las muy graves.

Generalmente, se trata de actos de desobediencia a las instrucciones, órdenes y a las normas vigentes, falta de celo en el cumplimiento de las obligaciones, servicio o función policial, incumplimiento de plazos en la tramitación de documentos y negligencia en el ejercicio de las funciones.

Otras de las causales de las sanciones se refieren a haber protagonizado escándalos en traje civil fuera del servicio, afectando la imagen institucional; faltar entre dos y cinco días consecutivos a su centro de labores o no presentarse al término de vacaciones, permisos, comisiones, etc.


CASOS. Uno de estos casos sancionados, a nivel penal e institucional, fue cuando a dos efectivos de la Unidad de Tránsito y Seguridad Vial de Trujillo los detuvieron, luego de que un profesor los denunciara tras cobrarle una coima.

La víctima contó que tras ser intervenido y luego de que comprobaran que la revisión técnica de su auto estaba vencida, le indicaron que tenía que pagar una multa de 2800 soles y un adicional de 4 mil soles por gastos administrativos.

Sin embargo, le dijeron que podrían “arreglarlo” y que solo le saldría solo 600 soles con el pago de un “yape”.

Otro caso para ejemplificar fue cuando seis policías fueron sorprendidos bebiendo cerveza durante la madrugada de Navidad en la comisaría de San Andrés, en el Centro de Lima, Perú.

La Inspectoría General tomó cartas en el asunto, iniciando un proceso disciplinario que podría resultar en el retiro de los policías.