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Siete adolescentes vestidas con polos escotados, faldas altas y tacones fueron rescatadas el pasado viernes de un hombre de 45 años, que sospechosamente les daba refugio en una casa en Canto Grande, en San Juan de Lurigancho.
Los efectivos de la Policía Nacional encontraron a las muchachas en varias habitaciones, en medio de papeles higiénicos, basura, ropa, colchones viejos y alimento en estado de descomposición.
Los agentes, un grupo integrado por detectives de la Dirección de Investigación de Delitos de Trata de Personas, revisaron cada uno de los cuartos del inmueble e intervinieron a Henry Guizado Carpio, un hombre que dijo ser profesor de un colegio y que habría captado a las jovencitas para mantenerlas en la vivienda donde él vivía.
Por la forma en que fueron halladas las menores y la precaria situación en que se encontraban, la Policía presume que podría tratarse de un caso de trata de personas, delito que ha ido en aumento en lo que va del año en el país, aseguró el general PNPÓscar Gonzales Rabanal, jefe de la Dirección de Investigación de Delitos de Trata de Personas
ALCOHOLIZADAS. Las menores, cuyas edades oscilan entre los 15 y 17 años, fueron llevadas ayer a la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), en la avenida España, para ser
interrogadas.
La Policía informó que, de las siete adolescentes rescatadas, tres se encontraban en estado de ebriedad y oliendo a alcohol, debido a que no podían mantenerse paradas.
Una mujer de 18 años, identificada como Frescia Pérez Atachunga, también fue intervenida en el predio de Canto Grande y llevada a la Dirincri.
La Policía viene investigando si las adolescentes fueron víctimas de una mafia dedicada a traficar con mujeres adolescentes en el país, a fin de formular la denuncia respectiva.
“Vamos a ver si se materializa el delito de trata de personas. Todavía estamos haciendo las diligencias previas”, afirmó general Gonzales, que en el presente año ha encabezado diversas pesquisas en materia de trata de personas.
Pese a que es prematuro hablar de trata en el caso de las siete menores rescatadas, Gonzales dijo a OJO que Henry Guizado será denunciado por los delitos de exposición de personas al peligro e instigacion de fuga de menores, cuyas penas pueden llegar hasta los cuatro años de cárcel.
DE PARRANDA. Guizado Carpio aseguró a la Policía, en el interrogatorio preliminar al que fue sometido, que él no hacía otra cosa que “darles facilidades a las muchachas para que puedan estudiar en su casa”.
La vivienda intervenida por la Policía se encuentra en la avenida Santa Rosa 633. Se trata de un inmueble de tres pisos, con una puerta de metal negra con salida independiente a la calle.
Las siete adolescentes fueron halladas en el segundo piso de ese predio, que Guizado Carpio alquilaba desde hace poco más de una semana a 700 soles, contó la señora Lucinda Rodríguez, propietaria del inmueble.
Rodríguez reveló que por las noches y las mañanas ingresaban y salían chicas bien vestidas y a veces también hombres. Ella contó que Guizado, quien se presentó ante ella como un profesor de ciencias, dijo que se mudaría a la casa con tres de sus sobrinas, a las que había traído de provincia con el permiso de sus padres.
MÁS CHICAS. Con el pasar de los días, Rodríguez vio que no eran tres chicas sino diez, luego quince y así. Incluso, comentó que una noche pudo ver hasta 20 muchachas ingresando a la casa, desde donde siempre escuchaba bulla, gritos, música y el sonido de botellas.
“Allí no iban a estudiar, sino más bien a divertirse. Estábamos cansados de tanto ruido, aparte que no nos parecía normal que tantas menores de edad ingresen al piso de un hombre de 45 años”, relató Rodríguez, quien también fue interrogada por la Policía.
En las oficinas de la Dirincri, una de las menores rescatadas dio algunos detalles a la Policía que permitirá esclarecer la forma en que fueron captadas por Guizado Carpio.
Habló de un chat por internet y un grupo en las redes sociales, donde ella y sus amigas ingresaban. La Policía no descarta que el detenido haya contactado a las menores a través de una cuenta de Facebook, con el cuento de darles trabajo.
Lo que sí es cierto para la Policía es que una de las chicas rescatadas había huido de su hogar hace poco tiempo.
