La ciudad de Mala, y el país en general, volvió a estremecerse con un nuevo feminicidio, que tuvo como víctima a una joven mujer que era buscada por sus angustiados familiares.
Se trata de la ciudadana Heidy Lizbeth Lázaro (32), cuyos restos fueron hallados descuartizados en inmediaciones de la playa Boca del Río, reportaron pescadores artesanales que se alistaban para su diaria jornada.
Los hombres de mar hallaron el tronco de la víctima, en estado de descomposición, varado en la desembocadura del río Mala. Posteriormente, los agentes policiales fueron encontrando sus extremidades y su cabeza desperdigados a lo largo de la arena.
Confeso asesino. La Policía informó que Abel Antonio Chilipo Damián (35), expareja de la víctima, confesó el crimen. Había acudido a la comisaría de Chilca, en compañía de su exsuegro, para reportar la desaparición, pero no pudo engañar a los experimentados agentes.
El feminicida dijo que la ahorcó el 14 de mayo al encontrarla sola en su domicilio. Confesó que cargó el cadáver a su mototaxi y que en la noche la llevó a la playa para desmembrar a la mujer y arrojar sus restos al mar para que desaparezcan.
De terror. Como ocurrió con Heidy, a nivel nacional, tres mujeres son asesinadas a la semana por sus parejas o exparejas, promedio que resulta de los 42 feminicidios registrados en el primer trimestre de este año por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
El 83.3 % de víctimas eran mujeres adultas y Lima Metropolitana concentró la mayor cantidad de casos.
Este delito está aumentando pues, según el Poder Judicial, la cantidad de sentenciados subió en más del 100 % respecto al año 2019, al pasar de 122 a 387 en 2023.
OJO AL DATO. El confeso asesino intentó desaparecer el cuerpo, pero no contó con que la corriente lo devolvería a la costa.
LEE TAMBIÉN
