Hace exactamente 40 años, 31 de mayo de 1970, un terremoto de 7.8 en la escala de Richter borro del mapa al pueblo de Yungay, en Ancash, cobrando la vida de más de 69 mil personas y sólo se salvaron tres mil personas. Las perdidas materiales fueron incalculables.
Por efectos del fuerte movimiento telúrico, un enorme pedazo del nevado Huascarán cayó verticalmente sobre pequeñas lagunas glaciares, que se desbordaron y originaron un aluvión que sepultó el mencionado pueblo a las 15 horas con 23 minutos.
Se estima que el enorme pedazo de material congelado medía mil metros de ancho por mil 500 metros de largo y que en total se desprendieron más de diez mil metros cúbicos de hielo y rocas del Huascarán que, además, afectó pueblos vecinos como Casma, Cajacay, Huaraz, El Santa, Chiquian, Pomabamba y Huarmey.
Hoy, se guardó un minuto de silenció en Palacio de Gobierno, durante el tradicional Cambio de Guardia, en homenaje a las más de 69 mil víctimas mortales que dejó esta terrible catástrofe. En Huaraz se conmemoró esta fecha con una emotiva romería en el cementerio general de la ciudad.