Tras los incidentes registrados en Puno, donde fue expulsada por la población, la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, aseguró que los gritos de rechazo “eran exigencias políticas y no sociales”. Además, dijo que “hay que separar los temas, esta es una fiesta religiosa”.
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Este sábado, la titular del Ministerio de Cultura (Mincul), realizó una visita inesperada a Puno; sin embargo, los ciudadanos la echaron a gritos de la tradicional Entrada de Kapus, a través del cual se rememora los indicios indígenas de la festividad Virgen de la Candelaria.
“¡Gobierno asesino, chau!, ¡Vete de Puno!, asesina, corrupta, ¿Qué quieres acá?, ¡Lárgate de Puno!, ¡Gobierno asesino!, ¿Por qué vienes a provocar?”, fueron algunas de las frases que se escucharon en medio de pifias, las que motivaron la salida presurosa de la ministra en medio de fuertes medidas de seguridad.
La titular del Mincul dijo a Canal N, que estuvo en el lugar por invitación de la prefecta. “Hemos estado en la mesa de honor con otras autoridades locales, participando del evento protocolar (...) Al momento de retirarme se han manifestado algunos gritos que lejos de ser exigencias de carácter social, eran más bien de carácter político”, sostuvo.
“Lamento esta mortificación, entiendo que hay personas que se sienten con ganas de reaccionar a través de los gritos, sin embargo nosotros nos hemos retirado como corresponde”, aseveró.
“Yo entiendo perfectamente la sensibilidad (de los familiares de las víctimas de las protestas en 2022) y me solidarizó, porque creo que todos estamos de acuerdo en que necesitamos saber la verdad, necesitamos saber los resultados de las investigaciones, ¿a dónde están llegando las investigaciones? pero también hay que separar los temas, porque esta es una fiesta religiosa”, subrayó.
La ministra señaló que no tiene que ver con las protestas. “Mi persona no se ha sentido agredida porque no tengo que ver con los hechos que pasaron (protestas)”, agregó.