Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.
El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.
Hoy te cuento la historia de César, de 26 años, quien vive en el distrito de Independencia.
Doctora Magaly Moro, lo que le voy a contar le parecerá increíble, y hasta gracioso, pero es la verdad. Conocí a una chica maravillosa cuando hacía la cola en la paviferia del estadio Guadalupano, en Los Olivos.
Como todos los años, fui a canjear mi vale de 8 kilos de pavo para cenar con mi familia en Navidad. Usted sabe que esta ave la venden congelada, dura como una piedra, y hay que adquirirla con tiempo. Fui el sábado bien temprano para ser uno de los primeros en la cola.
Delante de mí había una chica muy guapa, quería hacerle conversación, mientras esperábamos a que abrieran las puertas del estadio. Como vi que llevaba una bolsa grande de mercado, se me ocurrió preguntarle dónde la había conseguido porque quería comprar una.
Sonriente me respondió que la había adquirido en uno de los ambulantes cerca de la paviferia. Aproveché para seguir conversando. Me dijo que se llamaba Marcela, vivía en Los Olivos y hasta intercambiamos recetas para preparar el pavo.
Cuando abrieron la puerta, por coincidencia, o tal vez el destino, ella también tenía un vale de 8 kilos, así que fuimos juntos a canjearlo. Doctora, Marcela me pareció una chica muy linda. Y como dicen, la vida es una, hay que aprovechar las oportunidades, así que me armé de valor y le pedí su número de celular.
Nos hemos enviado algunos mensajes, pero quisiera invitarla a salir, no tengo planes para fin de año y me gustaría pasarlo con ella en alguna fiesta. ¿Usted cree que es una buena idea?
CONSEJO
Querido César, como dice el dicho, caminando lento se llega lejos. Creo que debes ir paso a paso para ganarte la confianza de Marcela. Invitarla a pasar juntos Año Nuevo es muy precipitado, pues prácticamente son dos desconocidos. Te aconsejo que se sigan escribiendo hasta que pasen las fiestas y, si aún tienes interés en ella y te corresponde, la invitas a salir. Suerte.