Hola, soy Magaly Moro y leo todos los días tu caso del corazón para darte un consejo. Siempre protejo la identidad de las personas que me escriben porque esta historia podría ser la de cualquiera.

El amor nos impulsa a ser mejores personas, pero también nos puede cegar y poner contra la espada y la pared. En este espacio recibirás un consejo, el consejo de una amiga anónima. Ojo, esto no es una terapia. En muchos casos sí es importante recurrir a una, ya sea solo o en pareja.

Hoy te cuento la historia de Regina, de 38 años, quien vive en el distrito de Pueblo Libre.

Doctora Magaly Moro, soy una mujer profesional, con un buen puesto de trabajo. Aunque estoy cerca de la base 4, luzco como una chica de 25 años. Cuido mi alimentación, hago dietas, realizo ejercicios y, en ocasiones, he recurrido a las cirugías para lucir bien. Gracias a eso, puedo jactarme de tener una figura envidiable.

Mi belleza ha hecho que los hombres menores se fijen en mí. Debo reconocer que a mí me interesaban los chicos de mi edad o mayores. Pero hace un par de años salí por primera vez con un chico menor, yo tenía 36 años y el 28. Estaba algo dudosa, porque usted conoce el dicho: quien se acuesta con niños amanece mojado.

Bueno, doctora, decidí tener una aventura con este hombre mucho menor y amanecí muy satisfecha. Descubrí que los jóvenes son muy complacientes en la cama y están dispuestos a hacer lo que sea por satisfacer a una mujer, más si esta es mayor. Desde ese momento, saqué de mi mente todos mis prejuicios y decidí darme la oportunidad de salir con hombres menores.

El problema es que mis gustos parecen incomodar a mis amigas. Me dicen que tenga cuidado porque los hombres menores son vividores y solo buscan aprovecharse de mujeres mayores para que los mantengan.

Me llaman asalta cunas y sugar mommy. Pero yo creo que lo dicen de pura envidia, porque yo sí puedo atraer a chicos jóvenes por mi belleza, y ellas salen con puros viejos. ¿Usted cree que hago mal en disfrutar de la compañía juvenil masculina?

CONSEJO

Querida Regina, para el verdadero amor no hay edad. Sin embargo, no está demás que te preguntes porqué prefieres a los jóvenes en lugar de un caballero maduro. Es posible que tu gusto por los hombres menores que tú sea porque tienes miedo al compromiso o porque buscas sentirte joven y deseada. Es importante que disfrutes del verdadero amor a plenitud, sin preocuparte por la edad o la apariencia. Suerte.