La medida que rige a partir de ayer sábado 25 de agosto que permite el acceso al Perú solo a los ciudadanos venezolanos que tengan pasaporte ha generado el incremento en el albergue ubicado en Canto Bello, San Juan de Lurigancho, que pasó de albergar 90 ciudadanos venezolanos a 160.
El mayor problema que padece el también llamado barrio chamo es la falta de espacio en las habitaciones, por lo que los ciudadanos venezolanos que llegan al albergue tienen que dormir en colchones ubicados a la intemperie en el patio.
Demore 20 días en llegar desde Venezuela a Tumbes. Fue difícil cruzar la frontera por la gran cantidad de compatriotas que quiere ingresar a este país para trabajar, comentó Claudia Betancourt, que llegó la madrugada de hoy junto a su esposo y menor hijo.
Dentro de las carencias que tienen en el albergue está la falta de medicamentos, pues hay aproximadamente 30 niños y 20 ancianos. La solidaridad de los ciudadanos no ha sido indiferente y les han hecho llegar víveres y juguetes para los niños.
José Mora, que llegó al Perú hace tres meses desde su natal Ciudad Bolívar, pidió al Gobierno permitir el ingreso de ciudadanos venezolanos tal y como está sucediendo en Ecuador, pero tomando las medidas de seguridad del caso.
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