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El enorme aniego de aguas servidas que se registró en la urbanización Los Jardines el último domingo, en San Juan de Lurigancho, no solo ha afectado los hogares de 1500 vecinos, también ha dejado al millón de personas que viven en el distrito sin el líquido elemento, desde hace seis días.
Ayer, en mototaxis, pequeños camiones, autos y hasta en skate, las familias trasladaban sus baldes con agua, que obtenían en uno de los 53 puntos de abastecimiento, hacia sus viviendas. Otros formaban colas en parques o esquinas para acceder a este recurso.
La falta de agua perjudicó, a la vez, a los hospitales de la jurisdicción, por lo que tuvieron que tomaron medidas de emergencia. Los comercios y restaurantes optaron por cerrar o trabajar con lo poco que lograron almacenar; mientras que en los penales la situación fue caótica.
Recurso necesario
La desesperación por obtener agua hizo que don Alejandro Miguel, de 73 años, utilizara el skate de su nieto para transportar sus recipientes desde la oficina de Sedapal, en Canto Grande, hacia su vivienda.
“Ya voy tres días realizando el mismo recorrido. El balde que lleno y traslado dura un día y medio en mi casa, donde vivimos ocho personas y hay bebitos. ¿Cuándo habrá agua? Esperamos que sea pronto”, comentó.
En varios parques del distrito, los pobladores formaron colas y esperaron varios minutos para conseguir este recurso; mientras que en otras zonas denunciaron que les cobraban hasta 10 soles por llenar sus baldes.
El ministro de Defensa, José Huerta, aseguró que las cisternas iban a llegar a las partes altas. “Hoy (ayer) iremos a los puntos más necesitados, donde hace varios días no reciben agua”, dijo.
Urgencia
En el Hospital de San Juan de Lurigancho, donde tenían el 50% de sus tanques abastecidos, la ministra de Salud, Zulema Tomás, dio la orden de trasladar a los pacientes con patologías críticas a otros nosocomios.“Por la emergencia que se presentó, tomamos como protocolo derivar a pacientes quirúrgicos o de mayor complejidad a los hospitales Hipólito Unanue, Dos de Mayo, Instituto de Salud del Niño de San Borja y Breña y Arzobispo Loayza”, detalló.
El establecimiento de salud añadió que Sedapal se comprometió a enviar una cisterna para que tengan al 100% el servicio de agua. En un recorrido por el hospital, OJO comprobó que la atención era normal.
El Hospital de la Solidaridad ubicado cerca del área afectada por el aniego también estaba operando como todos los días. Sin embargo, la institución aclaró que sus tanques son llenados con agua comprada, pues hasta ahora Sedapal no les envía cisternas, pese a que le han enviado solicitudes.
Total de afectados
Los comercios, restaurantes, tiendas y hostales de la zona más afectada continúan cerrados; mientras que en el resto de la jurisdicción algunos de estos locales operan gracias a lo que han logrado recolectar en baldes.
En los penales de Lurigancho y Castro Castro, el panorama era aún más difícil. Los familiares de los internos solicitaron que les envíen más cisternas. “Lo que les han dado es insuficiente. Los baños están totalmente contaminados por esta situación”, refirió Malvina Sotomayor, quien tiene un familiar recluido en Lurigancho.
El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Javier Piqué, deslizó ayer la posibilidad de que la reparación de los 40 metros de tubo, que resultó dañado y provocó el aniego, terminará el fin de semana. No obstante, la restitución del servicio de agua es aún incierta.
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