Anoche empezó a rodar la pelotita en la Copa América Brasil 2019 y Perú, pese al tropiezo frente a Colombia, llega con reales opciones de intentar los puestos de vanguardia y, por qué no, el campeonato. Dicen que los partidos hay que jugarlos y, bajo esa premisa, esta tarde tenemos que sacudirnos de cualquier forma de los venezolanos, una selección que es un oasis en el país del dictador Nicolás Maduro porque funciona bien y exporta jugadores, tanto o más que nosotros. Que sea la victoria nuestra gratitud a este equipo al que todos le decimos: “Cómo no te voy a querer”.
Anoche empezó a rodar la pelotita en la Copa América Brasil 2019 y Perú, pese al tropiezo frente a Colombia, llega con reales opciones de intentar los puestos de vanguardia y, por qué no, el campeonato. Dicen que los partidos hay que jugarlos y, bajo esa premisa, esta tarde tenemos que sacudirnos de cualquier forma de los venezolanos, una selección que es un oasis en el país del dictador Nicolás Maduro porque funciona bien y exporta jugadores, tanto o más que nosotros. Que sea la victoria nuestra gratitud a este equipo al que todos le decimos: “Cómo no te voy a querer”.