#AlCovidLoDerrotamosTodos, #YoMeQuedoEnCasa, #EnEstePaisNadieTieneCorona, #AltoAlCoronavirus, #ParemosElCoronavirus, #JuntosContraElCoronavirus.
#ElPerúEstáEnNuestrasManos, #JuegaleLimpioAlPeru, #EsteVirusLoParamosTodos (como pregonan los españoles), #EsteVirusLoParamosUnidos (como inciden en Puerto Rico).
#ElPeruEsMasGrandeQueUnVirus, #UnVirusNoPuedeTumbarnos, #CuarentenaEsVida, #ElPeruYaHaPasadoLasSietePlagas, #DiosEsPeruano.
Si con todos estos hashtag no nos connovemos frente a la situación de vida o muerte que afrontamos ante al mortal virus proveniente de China es porque adolecemos de alguna tuerca o simplemente nos importa un bledo nuestra vida y la de nuestros familiares, comenzando por los ancianos y niños.
Y algo de esto hay porque este miércoles el presidente Vizcarra se ha visto en la obligación de endurecer las medidas para frenar la propagación del coronavirus, cuya cantidad de infectados ya llegó a 145, y estableció la inmovilización social obligatoria “sin excepción” desde las 20:00 horas hasta las cinco de la mañana.
La orden rige desde esta noche. Como agregado, desde mañana, no podrán circular los vehículos particulares, debido a que precisamente el incremento de este tipo de movilidad rompe el sentido del estado de emergencia.
¡Que Dios nos coja confesados!
Esto fue todo por hoy, cierro el Ojo Crítico, hasta cualquier momento.