Con Ojo Crítico: El vuelo celestial del “tucán”, Luis Bedoya Reyes | VIDEO

¡Qué tal! García Márquez decía que “lo único que llega con seguridad es la muerte”. Y Borges apuntaba que “la muerte es una vida vivida, y que la vida es una muerte que viene”. Ciertamente, Luis Bedoya Reyes, el presidente fundador del PPC, no era inmortal y, este jueves, partió a la eternidad, a los 102 años, dejando un legado político que su partido debería utilizar para una refundación.

Ni bien supe de su muerte, yo lancé el siguiente tuit: “Falleció el presidente decente que el Perú no quiso tener: buen viaje “Tucán” querido, un político de otra madera. Cero comparación con la piara que hoy busca Palacio de Gobierno”. Y es que es verdad, en las elecciones de 1980 y 1985, Bedoya postuló a la Presidencia y el pueblo optó por otra opción. La honestidad y la visión de desarrollo no pudieron instalarse en Palacio de Gobierno, algo que hace tiempo lamentamos profundamente.

Si usted pasa hoy por “El Zanjón”, de tanta utilidad para el transporte masivo de Lima, haga un réquiem, una oración en su nombre porque fue él, Bedoya, quien construyó la Vía Expresa del Paseo de la República, cuando era alcalde de Lima entre los años 64 y 69, haciendo gala de una mirada moderna para la ciudad. ¿Se han puesto a pensar qué sería de la capital sin la Vía Expresa? Mejor ni lo imaginen.

“Bedoya fue nuestro líder, nuestro guía, un ejemplo vital con la brillantez de sus ideas”, dijo Alberto Beingolea, el candidato del mapa para las elecciones en marcha, destacando su gesto democrático de declinar, pese a su favoritismo, para que Víctor Raúl Haya de la Torre dirija la Constituyente, en 1978.

Y Bedoya no le tenía miedo a la muerte. Al cumplir 100 años declaró con su clásica carcajada: “Volver a encontrar a aquellos que se fueron, esa sola idea, te recupera el ánimo”. Esto me recuerda la estrofa de “Embustera”, cuando Joaquín Sabina pregona que “La muerte es solo la suerte, con una letra cambiada”. ¡Buen vuelo celestial, Luis Bedoya, “Tucán” querido! Esto fue todo por hoy, cierro el ojo crítico, hasta mañana.