Uno de los errores más frecuentes en el esfuerzo por perder peso es restringir los alimentos que, según nuestra percepción individual, identificamos como “alimentos que engordan”. En esa lista suelen incluirse el pan, el arroz y la papa, entre otros.
Lo curioso es que quienes adoptan esta estrategia a menudo olvidan incluir en esa lista los alimentos ultraprocesados, los piqueos y las bebidas azucaradas. Por otro lado, el problema de eliminar estos alimentos es que suelen ser los que contribuyen a la saciedad, lo que puede llevar a que se queden únicamente con proteínas y ensaladas, resultando en una alimentación poco equilibrada y difícil de mantener en el tiempo.
En el camino hacia la pérdida de peso, lo primero que se debe restringir son los alimentos altos en calorías y pobres en nutrientes. En cuanto a los alimentos naturales, como el arroz, se puede reducir la cantidad y la frecuencia, y solo eliminarlos en la medida en que se logre un equilibrio con otros alimentos fuente de nutrientes, como la quinua.
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