VLADIMIR CERRON ROJAS
VLADIMIR CERRON ROJAS

Leemos en el semanario “Hildebrandt en sus trece” que Vladimir Cerrón controla a su gusto los ministerios de Salud, Energía y Minas y ahora le ha puesto la puntería al Mininter. El “chato” se ha quedado corto porque “el sentenciado jefe de Perú Libre” cogobierna este país sin ningún desparpajo y, como muestra de ese poder que el pueblo no le dio, pone a sus “Condori” donde le pega la regalada gana. Y eso de que no lo veríamos ni siquiera como portero en alguna institución del Estado fue un chiste de pésimo gusto del inquilino de Palacio de Gobierno, Pedro Castillo. Esa es la verdad de la milanesa. Para Cerrón, extender sus tentáculos con el lápiz en el gobierno ha sido más fácil que la tabla del uno a partir de tener al frente a un señor, dizque profesor de aula, que no ata ni desata y que está aprendiendo a gobernar, según propia confesión. Esta bicefalia ha derivado en que el Perú sea un caos de cabo a rabo, no haya una voz cantante, se sucedan los conflictos sociales y siga la cantaleta de un referéndum para cambiar la Constitución.