Si el Gobierno realmente tiene un plan para hacer frente a la delincuencia que nos golpea y mata a diario, debería aplicarlo de una buena vez. El premier Alberto Otárola dijo hace unos días que acá se aplicaría en “Plan Boluarte”, cuando se le preguntó si en el Perú se pondría en marcha el “Plan Bukele”, usado por el mandatario salvadoreño Nayib Bukele para luchar contra el hampa que golpeaba a esa nación centroamericana. Sin embargo, hasta el momento nadie sabe en qué consiste la estrategia de la que hablaba el jefe del gabinete ministerial peruano, pues no se ve nada, solo que se incrementan las cifras de los delitos, tal como hemos dado cuenta ayer en este diario. Si todo no es más de un juego de palabras de un político, que se la quiere dar de astuto y palabreador ante los medios, estaríamos ante una grave falta de respeto a los ciudadanos que son víctimas de ladrones, asesinos, sicarios, “marcas” y extorsionadores. Urge tomar medidas que deben ser explicadas a todos los peruanos. Cada día que pasa, muere más gente.