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El día de hoy martes, la columna del periodista y escritor invitado Juan Ochoa López, refiriéndose a Arturo Vidal y a la sociedad chilena, fue reproducida en algunos medios de Santiago, causando polémica, al interpretarse como una descalificación a la mencionada estrella del Barcelona y al pueblo chileno, horas antes de la trascendental semifinal de hoy.
La nota aludía simplemente a la posición dividida que la figura de Vidal provocaba entre sus compatriotas revelando que Chile, como Perú y los países latinoamericanos, afronta prejuicios socio-culturales marcados. El autor utilizó el chilenismo “flaite” que los opositores a Vidal usan en su país contra él y que se entiende como persona de poca instrucción.
El autor cita este término, pero aclaramos que OJO ni el escritor comparten este término para el destacado volante chileno, pues sentimos por él y por todos los deportistas extranjeros y peruanos el mayor de los respetos. Los pueblos latinoamericanos afrontan, como bien dice el autor, diversas problemáticas socioculturales que se arrastran con el paso de los años y en las que no está ajeno el fútbol.
El autor tocó un tema sensible a nuestros pueblos y he allí la reacción que hoy nos merece una aclaración, pues más allá de las rivalidad futbolísticas debe primar el respeto que OJO tiene por sus lectores, sean peruanos o extranjeros.
La Tercera
“El Chile del flaite Vidal”. Así, sin eufemismos de por medio se titula el análisis peruano que calienta el choque con la Roja por las semifinales de la Copa América. Se trata de una columna de opinión en el diario El Ojo que pretende proyectar en la personalidad y el estilo del volante del Barcelona el estilo presuntamente avasallador y soberbio de los chilenos sobre el resto de los países sudamericanos", comienza la publicación del portal chileno La Tercera, en un artículo de su sección 'El Deportivo'.
ADN radio
La radio chilena ADN (www.adnradio.cl) también destacó la polémica columna de opinión y escribió lo siguiente:"Este miércoles, Chile y Perú se ven las caras por las semifinales de la Copa América 2019, y si bien el llamado de ambos equipos ha sido a no considerar el duelo como una "guerra" (...) la prensa peruana se ha encargado de hacer todo lo contrario (...) Así quedó claro con una polémica columna de opinión del Diario Ojo de Perú, donde el autor, Juan Ochoa López, "revela" la realidad chilena a imagen y semejanza del 'flaite Arturo Vidal'".
24 horas
"El duelo entre Chile y Perú por las semifinales de la Copa América ya comenzó a jugarse, al menos, fuera de la cancha. Y es que varios son los medios incaicos que han dedicado páginas a la Roja, siendo el más polémico una columna publicada en el diario El Ojo (...) En aquellas líneas, el periodista describe la supuesta soberbia y el prejuicio social y racial del sociedad pueblo chileno a partir de la personalidad del volante del Barcelona", escribieron los periodistas del portal 24 horas Chile.
LEE LA COLUMNA COMPLETA POR JUAN OCHOA
"El Chile del 'flaite' Vidal"
Chile afronta, con su estrella Arturo Vidal, una extraña relación amor-odio. Para la mayoría, el gran volante es el “Rey” (“King”). Para los demás, es un “roto con plata”, sin estudios, bueno para el copete (“curahuilla”), sin clase y que, a pesar de su éxito, no puede abandonar a sus amigotes de barrio (“población”) tan o más pirañas (“flaites”) como él.A Vidal le enrostran también el que Chile no haya clasificado al Mundial de Rusia, luego de que la esposa del arquero Claudio Bravo declaró que algunos seleccionados llegaban borrachos a los entrenamientos. Chile, eliminado, se indignó con Vidal y la telenovela sigue, pues Bravo no fue
convocado al actual equipo de Rueda.
Encima, Vidal luce un peinado “flaite”, apirañado, lo cual lo distancia de esos chilenos pos-Pinochet que ansían un país culto, civilizado, de primer mundo. Recuerdo que el “pitbull” Gary Medel subió una foto de su cambio físico actual, logrado a full gimnasio, y una señora chilena comentó: “Pero la cara de delincuente no te la quita nadie”. Esa es Latinoamérica. Países traumados, acomplejados socioculturalmente, racistas y llenos de prejuicios, como Chile y Perú.
TESTIGO. He vivido en Santiago y sé que la bronca Chile-Perú se agudizó y se exacerbó en Lima en 1997, cuando los chilenos vieron que la bandera chilena lucía de cabeza, supuestamente colocada así por Perú, que además pifió su himno. Fue declaratoria de guerra. Aquel Perú de Maestri, Palacios y Solano debía ser eliminado de Francia 98 en Santiago por la razón o por la fuerza. Y así fue.
Hoy, Chile no cambia, asustado y harto de acoger la migración de “negros” colombianos y haitianos, como fue con los cholos de los noventa (la misma incomodidad del peruano 2019 ante los venezolanos). Ese prejuicio chileno, social y racial, late allí y que el “flaite” Vidal está tratando de subsanar a punta de goles junto al notable Alexis Sánchez. Por eso, de perder mañana ante el siempre derrotado Perú y, con ello, desvanecer sus sueños de ser “tricampeones”, sería una vergüenza mayúscula. Porque esas dos Copas Américas, logradas a costa de su detestada Argentina, le hicieron creer a Chile el ser “más mejores” que los demás (como decía su gran ídolo Leonel Sánchez) sin darse cuenta que Chile, Argentina, Perú, Paraguay y Bolivia seguiremos siendo asombrosamente iguales, unidos por el cordón umbilical de la corrupción, la poesía y la pobreza.
Hoy, Chile no cambia, asustado y harto de acoger la migración de “negros” colombianos y haitianos, como fue con los cholos de los noventa (la misma incomodidad del peruano 2019 ante los venezolanos). Ese prejuicio chileno, social y racial, late allí y que el “flaite” Vidal está tratando de subsanar a punta de goles junto al notable Alexis Sánchez. Por eso, de perder mañana ante el siempre derrotado Perú y, con ello, desvanecer sus sueños de ser “tricampeones”, sería una vergüenza mayúscula. Porque esas dos Copas Américas, logradas a costa de su detestada Argentina, le hicieron creer a Chile el ser “más mejores” que los demás (como decía su gran ídolo Leonel Sánchez) sin darse cuenta que Chile, Argentina, Perú, Paraguay y Bolivia seguiremos siendo asombrosamente iguales, unidos por el cordón umbilical de la corrupción, la poesía y la pobreza.
