La selección peruana, tercera en las dos últimas ediciones de la Copa América, defenderá el bronce en el centenario del torneo de fútbol más antiguo con el delantero Paolo Guerrero como única estrella y una pléyade de jóvenes jugadores con mucha ilusión pero poca experiencia.
La Blanquirroja tendrá en Estados Unidos el reto de demostrar que puede desempeñarse con solvencia sin su capitán Claudio Pizarro, sin su máximo goleador de 2015 Jefferson Farfán, y sin el defensa Juan Manuel Vargas, jugadores de referencia que habitualmente sacan las castañas del fuego a Perú en los momentos difíciles.
Otras ausencias destacadas son los defensas centrales Carlos Zambrano y Carlos Ascues, así como los centrocampistas Carlos Lobatón y Josepmir Ballón, todos ellos titulares en Chile 2015, además del delantero André Carrillo.
El desafío para los peruanos no es menor, pues en el Grupo B se medirán a Brasil, que llega con el orgullo herido tras su actuación en la Copa del año pasado, y a Ecuador, uno de líderes de las eliminatorias sudamericanas de clasificación para la Copa del Mundo, además de a Haití, el único equipo en principio inferior a Perú.
Urgido por los malos resultados obtenidos hasta ahora en las eliminatorias para el Mundial, el seleccionador de Perú, el argentino Ricardo Gareca, se ha visto obligado a proyectar esta Copa como un campo de pruebas.
Gareca buscará nuevas soluciones de juego y nuevos jugadores que le permitan recuperar el crédito que tenía entre la hinchada peruana hace solo un año, cuando llevó a la selección a revalidar la tercera posición de la Copa América.
Para ese menester realizó una convocatoria cuyo promedio de edad es de 25,7 años, y sería todavía menor si el defensa de Alianza Lima Miguel Araujo, de 21 años, no hubiera sido sustituido por lesión por el defensa del Sporting Cristal Renzo Revoredo, de 30 años.
Una buena muestra de la urgencia de Gareca es que llamó a tres futbolistas inéditos con el equipo nacional absoluto, como el defensa del Sporting Cristal Luis Abram, de 20 años, y el centrocampista del Deportivo Municipal Armando Alfageme, de 25.
También es el caso del centrocampista de la Universidad César Vallejo Alejandro Hohberg, de 24 años, nieto del mundialista uruguayo en Suiza 1954 Juan Eduardo Hohberg.
El seleccionador también recurrió a la columna vertebral de Universitario de Deportes, recientemente proclamado campeón del Apertura peruano, con jugadores que ganaron la Copa Libertadores sub-20 de 2011, como los delanteros Édison Flores, de 22 años, y Andy Polo, de 21, y el portero Carlos Cáceda, de 24.
Entre tanto "chibolo", como se les llama coloquialmente en Perú a los jóvenes inexpertos, el liderazgo de la Blanquirroja recaerá en Paolo Guerrero, máximo goleador de las Copas América de Argentina 2011 y Chile 2015.
El atacante de 32 años puede aumentar su registro goleador con la selección tras convertirse este año en el máximo goleador histórico del equipo nacional al acumular veintisiete goles y superar en uno a Teófilo Cubillas.
Por si Guerrero no está fino, una seria alternativa en el ataque de Perú será el delantero Raúl Ruidíaz, máximo goleador peruano en el último Apertura, con diez goles en nueve partidos.
A pesar de que salir campeón de esta Copa América y sumar su tercer título tras los obtenidos en 1939 y 1975 no parece un objetivo prioritario para Perú, a la Blanquirroja se le suele dar bien este torneo y acostumbra a llegar lejos en la mayoría de las ocasiones.
Para inspirarse, los jugadores peruanos competirán con una camiseta cuya franja roja es más reducida que de costumbre, a similitud del uniforme utilizado en la Copa de 1939 por históricos futbolistas como Teodoro "Lolo" Fernández, nombrado mejor jugador de aquel campeonato.
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