El Mundial 2010 tuvo su primer susto con una amenaza de bomba en el Centro de Convenciones de Ciudad del Cabo, previo al sorteo, lo que obligó a una acción de la brigada de explosivos. Un periodista extranjero dijo que tenía una bomba en su bolsa y fue detenido. Sin embargo, todo fue una falsa alarma. En la bolsa había sólo una cámara de fotos.