Otra cara, pero el mismo corazón
Otra cara, pero el mismo corazón

Metido en la enormidad del renovado Estadio Nacional, en su paso a los nuevos tiempos y la modernidad, allí en el revuelo del polvo de los trabajos, se resiste a irse el grandioso pasado del querido coloso de José Díaz.
En las flamantes paredes y columnas que se alzan en lo que fue el clásico Salón de las Américas hay historia y recuerdos. Infinidad de astros mundiales se cambiaron en sus camarines y pisaron su pasto. Desde Pelé y Maradona, el ruso Lev Yashin o el fenomenal Eusebio hasta peloteros que derrocharon guapeza y garra en interescolares o la Copa Perú.
El aforo de 42 mil hinchas se amplía ahora a 57 mil, incluidos los inéditos palcos. Desde el sábado se abrirá un nuevo libro, otra historia, pero siempre será el querido Estadio Nacional.
TRAGEDIA
Mauro Mina y Fernando Rocco brindaron inolvidables veladas de box bajo la sombra de la torre del Estadio Nacional, en la tribuna norte. Lucha Fuentes se cansó de amartillar la pelota en la 'Bombonera' de voleibol que se escondía en una puertita de occidente y en su piscina temperada, Johnny Bello era un tiburón rompiendo récords, mientras la 'Vieja' Suárez encandilaba con sus carambolas.
Cuando se inauguró el Estadio Nacional el 27 de octubre de 1952, los hinchas decían que era el más lindo de toda Sudamérica, pero nadie imaginaba que el 24 de mayo de 1964, en un torneo preolímpico de fútbol, fallecieron más de 300 personas aplastadas cuando la policía lanzó bombas lacrimógenas a las graderías que protestaban un gol anulado a Perú ante Argentina.
Los aficionados huyendo despavoridos, encontraron las puertas del estadio cerradas.
El sismo de octubre de 1974 dejó muy herida la tribuna de oriente del Estadio Nacional, pero el coloso de José Díaz jamás abandonó su pasión por el fútbol: en su seno vacío se hizo el sorteo que clasificó a Perú a la final de la Copa América en 1975, eliminando a Brasil.
MIL HISTORIAS
¡Cómo olvidar el golazo de 'Perico' León a Argentina en las eliminatorias a México 70! El baile de Sotil a Ballesteros en un Municipal-'U', el Mundial Sub-17 de fútbol en 2007, la belleza de la chilena Beatriz Arancibia en el Sudamericano juvenil de atletismo de 1974, el tanto de Adriano en la final Brasil-Argentina de la Copa América de 2008. Hasta Julio Iglesias cantó en el Estadio Nacional.
Cuando el renovado Estadio Nacional reabra sus puertas y los hinchas se admiren ante su belleza arquitectónica, el coloso llorará en silencio, repasando sus historias, sus alegrías, sus dramas, y dirá apenitas, pero resignado, a regañadientes, adiós pasado y hola modernidad.