A un año del inicio de la pandemia del COVID-19, se conoce que se puede prevenir la infección evitando el contacto con otras personas, utilizando mascarilla, con un adecuado lavado de manos y la desinfección constante. Sin embargo, hay muchos puntos que aún no se conocen y que la comunidad científica no puede comprobar hasta el momento
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Entre los puntos que se desconocen están los múltiples efectos a largo plazo de la enfermedad, la evolución del virus, la próxima pandemia y el impacto ambiental de la misma.
1. Efectos a largo plazo
Algunos pacientes pueden sufrir de fatiga, dificultad para respirar, dolores de cabeza, articulaciones, pérdida del olfato y gusto hasta por ocho semanas seguidas tras la enfermedad. Según el estudio del King’s College de Londres, uno de cada 20 pacientes que sufrieron de coronavirus sigue dando positivo al menos por dos meses.
Los mismos científicos están tratando de descubrir si estas secuelas se traspasaran de generación en generación.
2. Mutación del virus
Respecto a la evolución del virus, se conoce que cada vez que el virus se trasmite de persona en persona cambia el código genético del COVID-19 y hay algunos patrones que indicarían que se trata de una mutación de la enfermedad, cosa que no sorprende a los científicos.
Por esta razón, las investigaciones sobre las nuevas variantes que aparecen alrededor del mundo, indican que son mucho más contagiosas que la versión original y les preocupa que las vacunas recién creadas queden sin efecto frente a las variantes.
Si bien la información es insuficiente para comprobar que las vacunas sean menos eficientes frente a las variantes, los científicos están analizando cómo podría mutar el virus a futuro y resolviendo si podrían evitar que esto pase. Estas mutaciones también nos dejan la pregunta de cómo sería la próxima pandemia en el mundo.
3. La próxima pandemia
Pese a que a muchas personas el coronavirus los tomó por sorpresa, durante años, miles de epidemiólogos advirtieron acerca de este nuevo virus y que el planeta debía estar atento para lo que hoy es una pandemia.
La mayoría de enfermedades que se vuelven una preocupación mundial se originan en animales, a lo que se le llama enfermedades zoonóticas. El 75% de las enfermedades que existen provienen de algún virus animal de evolucionó y logró incubar en un humano.
Las acciones de las personas están causando que estas enfermedades zoonóticas se vuelvan más riesgosas. Esto lo provocan al invadir sus hábitats, los viajes globales, el cambio climático, el comercio mundial, la urbanización y la sobrepoblación son factores que colaboran a nuevas pandemias.
4. Impacto ambiental
Gracias a la pandemia y al confinamiento obligatorio alrededor del mundo la contaminación y las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero se redujeron en todos los continentes.
La pandemia redujo las emisiones de CO2 en un poco más del 6% solo en el 2020, pero a pesar de ello aún no sabe si este tipo de problemas mundiales sea una manera de responder ante el cambio climático y ayudar al medio ambiente.