Un avión AV-8B Harrier artillado hace un vuelo a baja altura en Ponce, Puerto Rico, alistándose para atacar a Venezuela. (Foto de Miguel J. Rodriguez Carrillo/AFP)
Un avión AV-8B Harrier artillado hace un vuelo a baja altura en Ponce, Puerto Rico, alistándose para atacar a Venezuela. (Foto de Miguel J. Rodriguez Carrillo/AFP)

Dentro de su plan para atacar a Venezuela y derrocar al régimen del presidente Nicolás Maduro, Estados Unidos ejecutó el último fin de semana un despliegue militar masivo en Ponce, Puerto Rico, con miles de soldados que, apoyados por mar y aire, simularon un desembarco en territorio venezolano.

Más de siete mil militares, buques de guerra, bombarderos B-52H, drones y unidades de operaciones especiales se pusieron en acción durante el entrenamiento de ataque.

La ofensiva “Lanza del Sur”, que ha recobrado en las últimas horas al portaaviones nuclear más letal del planeta, el USS Gerald Ford, tras su paso por las Islas Vírgenes, organizó el fin de semana el mayor desembarco en 30 años en el Caribe.

Fuerzas opuestas

El ejercicio militar estadounidense incluyó a los destructores Iwo Jima, Mahan y San Antonio, además de bombarderos B-52H, drones y unidades anfibias.

El Comando Sur de Estados Unidos informó también que los marines realizaron una caída libre militar con paracaídas en el campamento Santiago.

Venezuela, por su parte, anunció el fortalecimiento de sus defensas antiaéreas y continúa organizando a voluntarios civiles sumados a su aparato de defensa.

Control

Ello se da cuando Estados Unidos reavivó la Doctrina Monroe, de “América para los (norte) americanos”, con la que pretende el control total sobre América Latina, no solo respecto Venezuela, a fin de impedir que China o Rusia asuman un rol preponderante en la región.

La nueva Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno de Donald Trump promueve controlar a toda América Latina, indicaron analistas al analizar documento exhibido en días recientes por el presidente Donald Trump y a la vista de las acciones de su régimen contra gobiernos que considera contrarios a sus intereses.