El principal dirigente de los “ponchos rojos”, David Mamani, declaró que la protesta campesina es una huelga indefinida “hasta que renuncien” el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el vicepresidente, David Choquehuanca, y se convoque “a la brevedad” a nuevas elecciones.
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Ello se da en un contexto de una grave crisis social, económica y política, en medio de denuncias contra el gobierno de Luis Arce.
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El presidente Luis Arce se le descalifica porque su régimen ha sido incapaz de controlar la situación de un país donde hace mucho tiempo quedó atrás el “milagro” económico que hoy es una pesadilla con falta de dólares (divisas) y gas natural.
Movilización
Indígenas se apostaron en las principales carreteras que conectan La Paz con el interior del país, municipios vecinos y la carretera internacional hacia Perú.
El domingo por la noche, el presidente Luis Arce acusó al exmandatario y líder del oficialismo, Evo Morales (2006-2019), de intentar acortar su mandato y orquestar un bloqueo de carreteras que “terminará en un intento de golpe de Estado” para imponer su candidatura presidencial.
Marcha de Evo
Evo Morales y sus sectores leales comenzarán hoy una marcha en reclamo por la situación económica y para defender al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) de un intento de “proscripción”.
“¡Basta, Evo! He tolerado (...) tus ataques, mentiras y calumnias, pero poner en riesgo la vida del pueblo es algo que no voy a permitir”, dijo Luis Arce contra su exaliado.
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