Brigada Lincoln desaparece para siempre 77 años después de la Guerra Civil
Brigada Lincoln desaparece para siempre 77 años después de la Guerra Civil

La reciente muerte del último superviviente de la Brigada Lincoln que combatió en la Guerra Civil española (1936-1939) junto al bando republicano pone fin para siempre a la historia de este grupo de voluntarios estadounidenses cuyas vidas quedaron marcadas por su experiencia en España.
Delmer Berg, criado en el campo en el oeste de EE.UU. y quien ayudó a los republicanos en la batalla del Ebro (1938) y en la resistencia de Valencia, falleció en su casa de California el pasado domingo a los 100 años.
Con él, se apagó la última llama que quedaba prendida de un grupo de hombres que, hace casi ochenta años, abandonaron su tierra natal para ir a luchar a un país extranjero en una guerra que, en principio, no era la suya.
"Eran antifascistas, esa era su pasión y lo que les llevó a luchar al extranjero. Veían la Guerra Civil como el preludio de la Segunda Guerra Mundial", explicó en una entrevista con Efe Judith Montell, codirectora del documental "Forever Activists" (Activistas para siempre), que en 1990 relató las vidas de estos brigadistas.
En "Forever Activists", que fue nominado a los premios de la Academia de Hollywood en la categoría de Mejor Documental Largo, Berg no aparecía por la sencilla razón, según Montell, de que cuando este se hizo, hace veinticinco años, quedaban "unos 300 veteranos vivos" y hubo que elegir.
Cuando les entrevistó, la cineasta encontró un patrón común en todos los miembros de la Brigada Lincoln, entonces ya septuagenarios y octogenarios: su amor por España y la profunda marca que la experiencia allí había dejado en sus vidas.
"Medio siglo después, seguían hablando con pasión de su amor por España y por sus gentes. Sentían que la experiencia que habían vivido en la guerra fue la más importante de sus vidas, pese a que luego siguieron activos en muchas otras causas de regreso a EE.UU.", explicó Montell.
Con la muerte de Berg se cerró el capítulo de una generación de hombres cuya fuerte pasión les llevó a arriesgar la vida (y en algunos casos, perderla) en una guerra que se libraba a miles de kilómetros de sus casas, y que luego seguirían incansablemente haciendo lo mismo durante décadas y décadas.
"Allí donde hubiese una manifestación, allí estaban ellos", remachó Montell.