La ola de frío que recorre Europa desde el fin de semana pasado se saldó con cientos de vuelos cancelados en los aeropuertos más importantes, líneas de trenes cortadas, numerosos accidentes de carretera y unos 56 muertos en varios países.
En Rumanía, el Ministerio de Sanidad anunció la muerte por congelación de, al menos, 11 personas, debido a temperaturas que llegaron a menos 20 grados centígrados.
En Polonia, durante el fin de semana, el número de muertos por la ola de frío se elevó hasta 42, según informó ayer la Policía de Varsovia. La mayoría eran hombres entre los 30 y los 50 años de edad, sin casa y con problemas de alcoholismo.
También en Austria las bajas temperaturas, que llegaron a situarse en menos 23 grados centígrados, causaron varios fallecimientos. Tres hombres, en distintas localidades murieron por congelación cuando volvían a su casa después de estar de celebración, según informaron ayer distintos medios locales.
En Alemania, la nieve y el hielo provocaron que tanto los trenes como los aeropuertos de varias ciudades amanecieran con retrasos o cancelaciones de sus servicios. Según un portavoz de la empresa de ferrocarriles alemana, los retrasos afectan a toda la red del país, debido, en parte, al fallo de señales.