La policía arrestó un cocodrilo que se hallaba merodeando por la ciudad. Pasó un par de horas en el calabozo de la comisaría y luego fue liberado por buena conducta. En Arrkuluk Camp, Australia, los vecinos llamaron a la policía advirtiendo sobre la presencia de un cocodrilo de más de dos metros de largo. Según los periódicos locales, los oficiales lo encontraron merodeando junto a un cercado y haciéndose el inocente. El sargento Adam Russel explicó que el animal tuvo que ser atado y subido a una camioneta policial, con la que lo llevaron al calabozo. El cocodrilo esperó en su celda pacientemente a que los expertos de vida silvestre lo buscaran.