Un profesor de 27 años, identificado como Guillermo Migliorini Izurieta, perdió la batalla contra el coronavirus. Su historia sería solo una caso estadístico más de las víctimas del Covid-19 en el mundo, si no fuera por la desgarradora carta que dejó a sus alumnos.
El docente se había colocado la primera dosis de la vacuna el 10 de marzo del 2021, pero falleció dos meses después.
Días antes de su muerte, el joven de 27 años, oriundo de Mar del Plata (Argentina) compartió en su cuenta de Facebook sus reflexiones sobre esta enfermedad desde la cama del hospital, según informó el medio local La Voz.
“La peor pandemia es el egoísmo, y de esa creo que no hay salvación”, escribió el maestro días antes de morir. Sus palabras se viralizaron rápidamente en redes sociales tras conocerse la noticia de su fallecimiento. A continuación, el texto completo.
A continuación, el texto completo.
“Desde el martes sé que estoy con COVID, los síntomas: fiebre muy alta que no se baja y dificultad para respirar. Lamentablemente, mí hermano mayor también presentó síntomas y por lo tanto continúa aislado en su pieza. A pesar de todo, se ocupó siempre de cuidarme y llevarme a la guardia cuando los síntomas arreciaban.
Anoche entré en internación porque no saturaba bien. Tengo mucha fe en los profesionales que me cuidan, y en las personas que me quieren y están tirando rezos, oraciones y buenas energías.
Ojalá, a muchos de mis contactos que creen en la estúpida ficción de la nueva presencialidad, montada para aplacar a los medios -que no paran porque son CRIMINALES de la peor calaña-, se les caiga esa fachada y puedan ver la realidad.
Si tus hijos van a escuelas privadas, pensá que los que vamos a las públicas... Algunas, sin siquiera aulas ventiladas según el protocolo.
Si viajás al cole en auto, pensá en quienes usan colectivo, con las ventanas totalmente cerradas.
Si vas al colegio en Mar del Plata, pensá en cuanto falta para que lleguen los fríos, las heladas y nos obliguen a tener que mantener las clases muertos de frío (nosotros y los chicos).
La peor pandemia es el egoísmo, y de esa creo que no hay salvación”.