​Defiende vida de toros contra matador y ¡Poder Judicial la condena!
​Defiende vida de toros contra matador y ¡Poder Judicial la condena!

Una concejala española defensora de los , Datxu Peris, ha sido condenada por atentar contra el honor del Víctor Barrio con los comentarios que público en Facebook tras el fallecimiento del diestro en 2016.

Además tendrá que indemnizar con 7.000 euros (8.132 dólares) a los demandantes -la viuda y padres de Barrio- y retirar los comentarios que realizó cuando el diestro segoviano falleció corneado.

Peris señaló en la red social que el aspecto "positivo" era que el torero había "dejado de matar" animales y dijo que "no podía sentir más por el asesino que ha muerto que por todos los cadáveres que ha dejado a su paso".

El Juzgado de Sepúlveda (Segovia) ha considerado probado que la edil vio "algo positivo" en la muerte del torero en el comentario que publicó un día después de su muerte, el 9 de julio de 2016.

La sentencia también exige a la demandada la publicación de la sentencia en el mismo perfil de la red social e impone a la concejal el pago de las costas del procedimiento, además de darle un plazo de 20 días para presentar recurso de apelación.

Tras el juicio que se celebró en Sepúlveda el pasado 24 de octubre la edil no adscrita aseguró ante los medios de comunicación que "no" se arrepentía de sus palabras.

La juez señala en la sentencia se ha tratado de analizar si el comentario vertido suponía una vulneración al derecho al honor de Víctor Barrio o por el contrario se enmarcaba en el ámbito de la libertad de expresión.

En este sentido, sostiene que el hecho de ser cargo público -edil del pueblo valenciano de Catarroja- no altera la difusión y alcance del mensaje, ni tampoco modifica la responsabilidad que lo difundiera en valenciano, por ser lengua oficial, o el hecho de tener más o menos contactos en la red social.

La relevancia del mensaje es "evidente", según la juez, quien advierte de que las redes sociales "no pueden ser un subterfugio donde todo cabe y todo vale".

Asimismo, argumenta que el Derecho "no equipara, ni da igual valor" a la vida del ser humano que a la de un animal y asegura que el uso de la palabra asesino de forma "errónea y peyorativa" para referirse a una persona que ejerce una profesión "lícita y digna" supone un "atentado contra el honor".

También resaltó que la condenada, habiendo tenido la oportunidad, no se retractó ni matizó el sentido de sus palabras, sino que se reafirmó en la conducta enjuiciada durante una entrevista periodística.

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