SpaceX, compañía de Elon Musk (dueño de la red social X, antes Twitter) lanzó este sábado desde Texas la segunda prueba del Starship -la nave más grande y poderosa del mundo en alcanzar el espacio- con un exitoso despegue, pero terminó en una explosión minutos más tarde.
La nave de SpaceX tenía previsto dar una vuelta casi completa a la Tierra, antes de caer en el Pacífico, cerca de Hawái; pero explotó minutos después de su exitoso despegue.
Menos de tres minutos después del despegue ambas etapas se separaron con éxito y gracias a un sistema de irrigación de agua adoptado tras el fallo de abril.
Estaba previsto que el cohete Starship, diseñado para alcanzar la Luna y Marte en el futuro, y con el que cuenta la NASA para su programa Artemis de regreso a la Luna, diera una vuelta casi completa a la Tierra, en una hora y media, antes de caer en el Pacífico, cerca de Hawái.
SpaceX había anticipado que el reto era la separación de ambas etapas y aclaró que un eventual nuevo fallo en el lanzamiento contribuía a reunir más información para hacer nuevos ajustes.
Todo parecía viento en popa
La compañía de Elon Musk comenzó con éxito esta crítica prueba después de unos siete meses de la explosión en el aire del primer test a unos cuatro minutos de su despegue, lo que obligó a la compañía a provocar su explosión.
Sin embargo, aunque avanzó en el proceso, terminó igualmente con una explosión sobre el Golfo de México cuando se encontraba a unos 145 kilómetros (90 millas) de la Tierra.
El Starship, con una altura de 121 metros, esperaba alcanzar velocidades cercanas a la orbital en esta vuelta, para estar mucho más cerca de aprovechar completamente su potencial. La meta de la misión hoy era alcanzar una órbita cercana.
Fuente: Agencia EFE