Caim Mortis, más conocido como "El Diablo" colombiano, es hoy la atracción de una convención de tatuadores en Bolivia, donde ha explicado que se considera un ser "híbrido", mitad humano y mitad animal, al tener más del 70 % del cuerpo tatuado y varias modificaciones producto de una veintena de operaciones.
"Soy un híbrido, mitad humano, mitad animal porque mis modificaciones están enfocadas en los animales, no tanto en el diablo, como me dicen porque las personas nunca han visto a una persona con cuernos", declaró Mortis a Efe.
El colombiano tiene implantes debajo de la piel en los pómulos, en los brazos y en la frente con forma de cuernos que lo han hecho famoso mundialmente y ha dado origen a su apodo de "Diablo".
Los implantes de silicona en la frente eran de mayor tamaño, pero por complicaciones tuvo que reducirlos.
Mortis contó que la modificación de su nariz se asemeja a la de un felino, los ojos son completamente negros como de los caballos, la lengua bífida como de las serpientes, tiene dientes afilados y también tiene una reducción y modificaciones en las orejas.
"No hay nada de lo que me arrepiento, todas las modificaciones son extremas y son irreversibles y lo he pensado mucho antes de hacerlas y son parte de mi estética corporal", explicó.
Además tiene 32 perforaciones en su cara, tatuajes en casi todo el cuerpo y en sus ojos, y su mirada es completamente negra.
"El tatuaje de los ojos es un procedimiento nuevo, nadie asegura que en 10 años sigas viendo", añadió Mortis, sin mostrar una preocupación al respecto.
Las modificaciones en su lengua han hecho que no pueda sentir el sabor del azúcar y la sal, pero manifestó que es consciente que cuando se comienza con las transformaciones ya nada va a ser igual.
Mortis llegó a Bolivia como invitado de la convención de tatuajes "Ajayu Tattoo" que se celebra desde el viernes y hasta el domingo en un hotel, con la participación de tatuadores de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú, entre otros países.
Uno de los principales mensajes que quiere transmitir con su presencia es romper con los prejuicios de la gente que es diferente.
"Me gustaría que la gente no juzgue a otras personas por su apariencia, nadie puede juzgar un libro sólo por su portada y la gente se convierte en juez y verdugo de sus hermanos sin conocer el trasfondo", reflexionó "El Diablo".
Para Mortis, la belleza es el resultado de sentirse feliz con lo que uno es: "sí me siento agradado con mi cuerpo estaré feliz, belleza para mí es sinónimo de felicidad", sostuvo.
Su amor por los animales es grande ya que no sólo trata de asemejarse a ellos con sus modificaciones, sino que se preocupa por su bienestar y en ocasiones ha realizado en Colombia conciertos gratuitos en defensa de los animales.
"El perro es el mejor amigo del hombre, entre más conozco a los hombres, más me enamoro de los perros", sostiene.
Ahora él vive en México y trabaja en una película que será presentada en 2018 de título "La lengua de los demonios".
Al ser preguntado por los medios paceños, que le han dedicado las fotografías de portada, el artista destacó que es creyente de Dios, que incluso estudio teología por tres años y tiene respeto por todas las expresiones religiosas.
Caim Mortis, más conocido como "El Diablo" colombiano, es hoy la atracción de una convención de tatuadores en Bolivia, donde ha explicado que se considera un ser "híbrido", mitad humano y mitad animal, al tener más del 70 % del cuerpo tatuado y varias modificaciones producto de una veintena de operaciones.
"Soy un híbrido, mitad humano, mitad animal porque mis modificaciones están enfocadas en los animales, no tanto en el diablo, como me dicen porque las personas nunca han visto a una persona con cuernos", declaró Mortis a Efe.
El colombiano tiene implantes debajo de la piel en los pómulos, en los brazos y en la frente con forma de cuernos que lo han hecho famoso mundialmente y ha dado origen a su apodo de "Diablo".
Los implantes de silicona en la frente eran de mayor tamaño, pero por complicaciones tuvo que reducirlos.
Mortis contó que la modificación de su nariz se asemeja a la de un felino, los ojos son completamente negros como de los caballos, la lengua bífida como de las serpientes, tiene dientes afilados y también tiene una reducción y modificaciones en las orejas.
"No hay nada de lo que me arrepiento, todas las modificaciones son extremas y son irreversibles y lo he pensado mucho antes de hacerlas y son parte de mi estética corporal", explicó.
Además tiene 32 perforaciones en su cara, tatuajes en casi todo el cuerpo y en sus ojos, y su mirada es completamente negra.
"El tatuaje de los ojos es un procedimiento nuevo, nadie asegura que en 10 años sigas viendo", añadió Mortis, sin mostrar una preocupación al respecto.
Las modificaciones en su lengua han hecho que no pueda sentir el sabor del azúcar y la sal, pero manifestó que es consciente que cuando se comienza con las transformaciones ya nada va a ser igual.
Mortis llegó a Bolivia como invitado de la convención de tatuajes "Ajayu Tattoo" que se celebra desde el viernes y hasta el domingo en un hotel, con la participación de tatuadores de Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú, entre otros países.
Uno de los principales mensajes que quiere transmitir con su presencia es romper con los prejuicios de la gente que es diferente.
"Me gustaría que la gente no juzgue a otras personas por su apariencia, nadie puede juzgar un libro sólo por su portada y la gente se convierte en juez y verdugo de sus hermanos sin conocer el trasfondo", reflexionó "El Diablo".
Para Mortis, la belleza es el resultado de sentirse feliz con lo que uno es: "sí me siento agradado con mi cuerpo estaré feliz, belleza para mí es sinónimo de felicidad", sostuvo.
Su amor por los animales es grande ya que no sólo trata de asemejarse a ellos con sus modificaciones, sino que se preocupa por su bienestar y en ocasiones ha realizado en Colombia conciertos gratuitos en defensa de los animales.
"El perro es el mejor amigo del hombre, entre más conozco a los hombres, más me enamoro de los perros", sostiene.
Ahora él vive en México y trabaja en una película que será presentada en 2018 de título "La lengua de los demonios".
Al ser preguntado por los medios paceños, que le han dedicado las fotografías de portada, el artista destacó que es creyente de Dios, que incluso estudio teología por tres años y tiene respeto por todas las expresiones religiosas.