La furia del volcán tendrá para buen tiempo, advierten.
La furia del volcán tendrá para buen tiempo, advierten.

Para mucho tiempo tiene el volcán de la isla de La Palma (España) deje de tener actividad, en momentos en que lanza mayor cantidad de lava y aumentan las zonas de alrededor que son desalojadas.

Los indicadores que monitorizan los científicos en el volcán de la isla de La Palma (España), sobre todo las emisiones de dióxido de azufre y lava, apuntan a que el final de la erupción no se va a producir ni a corto ni a medio plazo, según la portavoz del comité científico del Plan de emergencia volcánica de Canarias (Pevolca), María José Blanco.

El volcán está lanzando un penacho de gases a 3000 metros de altura con cantidades elevadas de dióxido de azufre, 17,774 toneladas diarias, y esa medida tendría que bajar hasta 100 para pensar que la erupción toca a su fin.

Los otros dos parámetros que determinan la energía del sistema volcánico, la deformación del terreno y la sismicidad, también mantienen valores estables con respecto a días anteriores.

El director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, ha informado de que la colada del flanco norte del volcán, que fluye hacia el oeste y noroeste y que ayer obligó a la evacuación de unos 800 vecinos del barrio de La Laguna, en Los Llanos de Aridane, “avanza muy lentamente” y cabe la posibilidad de que “aborte, que no vuelva a caminar”.