Este último miércoles, el Gobierno de Estados Unidos ejecutó a una mujer que había asesinado a una embarazada para robarle su feto. De esta manera, se convierte en la primera ejecución federal de una mujer en casi 70 años.
“Lisa Montgomery, 52 años, fue ejecutada en la penitenciaría federal de Terre Haute”, así lo anunció un comunicado del departamento de Justicia.
La mujer en 2004 mató a Bobbie Jo Stinnett, una embarazada de 23 años, para quedarse con su feto, y castigo por ello recibió una inyección letal “de acuerdo con la pena capital recomendada por unanimidad por un jurado federal e impuesta por la Corte del Distrito de Estados Unidos”.
Poco antes, la Corte Suprema había rechazado los últimos recursos presentados por los abogados de la mujer. Esto, a pesar del desacuerdo de sus tres magistrados progresistas.
Según los abogados, su clienta padecía trastornos mentales graves, consecuencia de las agresiones y abusos en grupo que sufrió cuando era niña. Un juez federal había ordenado el lunes suspender la ejecución a petición de la defensa. No obstante, el ministerio de Justicia apeló esa decisión del magistrado y un tribunal de apelación anuló el fallo este martes.