Durante esta semana se registró la invasión de sapos de caña, los cuales se conocen como “sapos bufo, marinos o gigantes” en Florida, Estados Unidos a causa de las fuertes lluvias que se tuvieron y crearon condiciones de su reproducción.
“Mientras haya agua para reproducirse, los sapos de caña prosperarán. Estarán fuera de la superficie, alimentándose y reproduciéndose. Probablemente la gente los esté viendo ahora más” dijo William Kern, profesor de la Universidad de Florida.
Indicó que los sapos suelen medir entre 10 a 15 centímetros y algunos alcanzan hasta los 23, mientras que en su cabeza poseen glándulas triangulares con una sustancia lechosa.
Dicha sustancia es altamente tóxica y puede llegar a matar a los gatos y perros en caso de que las mascotas los laman o muerdan, ya que su veneno provoca convulsiones, pérdida de coordinación y hasta paros cardíacos, según Miami Herald.
Hay organismos que piden a las personas matar a los sapos por su peligrosidad, pero advierten en identificarlos bien y no confundirlos con los que son inofensivos. Perros y gatos deben estar lejos de estos sapos gigantes venenosos.