Aún el 'mejor trabajo del mundo' no está exento de riesgos: el británico Ben Southall, quien ganó un concurso de cuidador en una paradisíaca isla australiana en la Gran Barrera de Coral, fue picado por una diminuta medusa venenosa poco antes de finalizar sus seis meses de contrato. Una medusa irukandji, del tamaño de una uña, lo rozó cuando salía del mar tras realizar esquí acuático, escribió Southall, de 34 años, en su diario online. Tras este incidente se sintió muy mal, sufrió dolores de cabeza, pecho y espalda, además de sudoraciones e hipertensión.