Un niño de apenas ocho años se casó con una mujer de 61 en Sudáfrica ya que, según él, el fantasma de un antepasado lo obligó a hacerlo.
La familia del niño decidió llevar a cabo el casamiento por temor a que lo castiguen los dioses y de esa forma se llevó a cabo la inusual boda.
Se trata de Sanele Masilela quien intercambió los anillos con Helen Shabangu y selló la unión con un beso que fue ovacionado por los asistentes a la boda.
Si bien la familia no estaba de acuerdo con el casamiento, no tenían otra opción, según ellos mismos aseguraron. La ceremonia se trata de un ritual y no es legalmente vinculante.
Se trata de la primera vez que esto sucede en la familia. De esta manera hemos hecho felices a los antepasados. Si no hubiéramos hecho lo que mi hijo nos pedía, algo malo habría pasado en la familia, aseguró la madre del niño, de 46 años.