El perro es fiel y su lealtad es confirmada por Belinha, una bóxer que ha permanecido junto al ataúd de su dueña durante su velatorio y entierro. Ello cautiva a las redes sociales, porque el hijo de la fallecida, en Brasil, ha compartido las tiernas imágenes para defender la fidelidad de los animales a los que define con razón como "puramente amor".
Telma María era una mujer brasileña que estuvo batallando contra el cáncer durante cuatro años. Durante esa difícil pelea, la mujer decidió adoptar un perro al que llamó Belinha. El bóxer de color marrón y su dueña eran grandes amigos y la mascota fue su fiel compañera en los peores momentos de la enfermedad.
Así lo relata su hijo Dionísio Neto, quien ha mostrado a través de las redes sociales la reacción que tuvo el perro cuando a principios del mes de febrero su madre falleció. Según el joven refiere en las redes sociales, el día que velaban el cadáver de su madre decidieron llevar a Belinha para que pudiese darle el último adiós a su ama. "Y como un ángel ella pasó toda la noche a su lado. Mamá decía que era su enfermera. Belinha, como fue bautizada por Telma María, mostró ser una compañera más que fiel. Amor, vida, muerte y enseñanzas", reseña el hijo.
Según han informado diferentes medios locales, la familia de la mujer decidió contar con la presencia del animal en el entierro ya que le consideran uno más.
Dionísio Neto agradece la fidelidad y el amor incondicional que todavía siente Belinha por su difunta madre. Y lanzó una justa proclama en defensa de todos los animales: "Algunos dirán que soy un idiota en publicar la foto del ataúd de mi madre, pero una imagen puede enseñar a mucha gente a amarles, no son solo animales, son puramente amor".
El sentimiento de tristeza que expresan las mascotas cuando su dueño fallece fue explicado en un estudio elaborado por Stanley Coren, profesor de psicología de la Universidad Columbia Británica, donde aseguraba que "los perros son muy sociales y conscientes de la pérdida de una persona importante en su vida".