Hiro es un perro que siempre ha sido un bueno, pero se ha convertido en un ejemplo de virtud al adoptar como amigo a un loro desvalido, enfermito, incapaz de vivir en libertad.
El mes pasado, Hiro y su dueña, Viviana Dávila, estaban en su patio trasero de su casa, en Puerto Rico, cuando algo en el suelo cerca de la línea de la cerca llamó la atención del perro.
Viviana notó que Hiro lamía algo en la hierba y después la miró e insistió nuevamente lamiéndolo y mirándola. Esa fue la señal para la mujer de entender que algo estaba pasando y por eso se acercó al perro.
Para sorpresa de la mujer, Hiro había encontrado algo, un pequeño loro verde que se confundía con el pasto.
Mirando hacia abajo, la dueña del perro se dio cuenta de que Hiro había encontrado un ave muy pequeña que necesitaba ayuda. Al instante Viviana tomó un toalla y lo recogió pues se le notaba sumamente indefensa.
Luego de consultar a un veterinario, la mujer se enteró de que el pájaro, un pequeño loro cuáquero, estaba parapléjico, muy probablemente debido a que se había caído de su nido. Lo que significa que sus posibilidades de supervivencia en la naturaleza eran nulas y habría perecido en el suelo de no ser por el buen perro Hiro.
Así que como el loro resultó ser todo un luchador, Viviana decidió ponerle “Hope” (Esperanza). Y a medida que Hope se instala en su nuevo hogar y su cuerpo se fortalece cada día, Hiro ha trabajado para garantizar que se sienta bien protegido. Ahora, gracias a Hiro, Hope no solo vivió, sino que también tiene un hogar.