Nóvaya Gazeta cierra por la represión que existe en Rusia contra la prensa independiente.
Nóvaya Gazeta cierra por la represión que existe en Rusia contra la prensa independiente.

En el marco de la represión contra la prensa del régimen derechista de Vladimir Putin, el periódico Nóvaya Gazeta, dirigido por el premio Nobel de la Paz Dmitri Murátov, anunció su cierre temporal debido a las advertencias del Roskomnadzor, el regulador ruso de las comunicaciones, en plena “operación militar especial” rusa en Ucrania.

El periódico ruso Nóvaya Gazeta dispuso su cierre temporal hasta el fin de la llamada “operación militar especial” rusa (la invasión de Ucrania), debido a la serie de advertencias que ha recibido del Roskomnadzor.

“Hemos recibido dos advertencias del Roskomnadzor. Mejor cerramos, ya que si recibimos una tercera advertencia nos pueden retirar la licencia y eso significaría nuestra desaparición”, informó a la agencia de noticias EFE Nadezhda Prusenkova, jefa de prensa del rotativo, que dejará de aparecer en papel y también en su versión online, que reivindica 40 millones de visitas mensuales.

“No hay otra solución. Para nosotros y, lo sé, para ustedes, es una decisión terrible y dolorosa. Pero tenemos que protegernos los unos a los otros”, escribió, por su parte, Dmitri Muratov, en una carta a los lectores del diario. Según él, su redacción ha estado trabajando durante 34 días “en condiciones de censura militar”, desde que Rusia inició su ofensiva contra Ucrania.

Muratov señala que sus periodistas cubrieron las zonas de combate en Ucrania y evaluaron el alcance “de las pérdidas y las destrucciones”. “Hemos intentado entender cómo nuestro pueblo ha dejado que se hagan dos guerras al mismo tiempo: una, de conquista, en Ucrania, y otra, casi civil, en casa, en Rusia”.


Amenaza de cárcel

El 22 de marzo, Muratov anunció que vendía su medalla del Premio Nobel en beneficio de los refugiados ucranianos.

En concreto, se reprocha a Novaya Gazeta no haber precisado que una ONG mencionada en uno de sus artículos estaba calificada como “agente extranjero” por las autoridades rusas, como lo exige la ley. El diario recibió una primera advertencia el 22 de marzo y una segunda el lunes.

Novaya Gazeta ya había dejado de informar sobre la campaña militar rusa tras la aprobación de una ley que castiga con graves multas y hasta 15 años de cárcel la difusión de lo que las autoridades consideren “información falsa” sobre el Ejército ruso.


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