Se hace pedazos
Se hace pedazos

El carguero ruso Progress M-27M, que se desvió de su órbita tras ser lanzado hace una semana con destino a la plataforma orbital, empezó a caer esta madrugada sobre la Tierra, anunció la agencia espacial rusa Roscosmos.
“La nave arderá completamente en las capas densas de la atmósfera de la Tierra y solo algunos fragmentos pequeños podrán alcanzar la superficie de nuestro planeta”, agregó la agencia.
Los restos caen sobre el océano Pacífico, cerca de las costas estadounidenses.
De esta forma, la agencia espacial rusa salió al paso de las especulaciones de que entre 700 kilogramos y 3 toneladas de fragmentos de la nave se precipitarán contra la Tierra.
El Centro de Control de Vuelos Espaciales de Rusia perdió el control del carguero, lanzado desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), después de que este quedara situado en una órbita errónea.