Una mansión que perteneció a la multimillonaria neoyorquina Leona Helmsley, que legó al morir una herencia de doce millones de dólares a su perrita, se ha vuelto a poner a la venta después de que su propietario la adquiriera hace un año.
Su actual propietario, que la compró hace un año por 35 millones de dólares, ahora pide por ella 42,9 millones.
Leona Helmsley, dueña de una cadena de hoteles con ese nombre y que falleció en 2007 a los 87 años, determinó que su fortuna de más de 5 mil millones de dólares se debía destinar a la atención de sus canes, y legó doce millones directamente a su perrita Trouble.