Para toda niña, la menarquia, o primera menstruación, marca una etapa importante en su vida, y hacer que ese proceso natural sea recibido de manera positiva y con seguridad, es una tarea importante para las familias y su entorno social y cultural.

Según , psicóloga especialista de , el estigma social y los tabúes pueden convertir la experiencia de la menstruación en algo negativo, vergonzoso, desagradable o limitante. Esto debido a que existen mitos como: “No cargues a un bebé si estas con la regla”, “no te bañes porque ‘cortas’ la regla”, “no puedes hacer ejercicio con la regla”, entre muchos otros.

Para generar un ambiente seguro para niñas y adolescentes, la especialista brinda cinco recomendaciones para acompañar a las menores en la llegada de su primer período:

1. Generar seguridad: Se debe deslindar la llegada de la regla de connotaciones negativas que generen extrañeza. Además de un diálogo fluido, es importante escuchar y validar los sentimientos de la niña con relación a su cuerpo y su ciclo menstrual. También, se puede ofrecer recursos adicionales, como libros o videos previamente revisados, para que la niña pueda investigar por sí misma y conocer más sobre esta función biológica.

2. Ser claros con la información: A medida que la niña crece, es importante profundizar en la información acerca de la menstruación, así como también enseñarle a cuidar de su cuerpo y mantener una higiene menstrual. Por ejemplo, enseñarle a elegir y utilizar productos sanitarios adecuados, compartir las mejores prácticas para una buena higiene íntima para prevenir infecciones, apoyándonos de especialistas, profesoras o también se podría consultar con una psicóloga.

3. Enseñar que la menstruación es un proceso normal y natural: Muchas veces las creencias y mitos sobre la menstruación ponen en un mal momento a las niñas, pues las hacen sentir que es algo desagradable, negativo, que las limita o es motivo de vergüenza. Por ello la familia y la sociedad deben hacer un esfuerzo en normalizar la menstruación como una función natural, hablando siempre del tema de forma abierta y clara.

4. Fomentar una conversación abierta y regular: Es importante tener conversaciones frecuentes y abiertas sobre la menstruación con la niña, no solo en el momento en que llega su primer periodo, sino de manera regular, fortaleciendo un modelo saludable de crianza. De esta forma, se sentirá más cómoda y segura para hacer preguntas y buscar orientación en caso de necesitarla.

5. Prepararla para los cambios emocionales: Además de los cambios físicos que experimentará, la niña también puede atravesar cambios emocionales durante su ciclo menstrual. Es importante hablar con ella sobre esto y brindarle herramientas para manejar sus emociones de manera efectiva.