La deshidratación es cuando el cuerpo tiene menos agua de la que necesita. En tanto, la hiperhidratación es cuando el cuerpo contiene más agua de la que necesita. Mucha atención en aquellas personas que se refugian en los líquidos para despejar el hambre o en quienes practican deporte exageradamente.

Beber mucha más agua o líquidos de lo que el cuerpo demanda se conoce como una hiperhidratación. Si bien en condiciones normales, los riñones son capaces de eliminar el excedente de agua, esto no siempre ocurre.

Cuando el cuerpo tiene mucha agua la relación con los electrolitos se altera y, por lo general, da como resultado mucha agua y poco sodio en el cuerpo, lo que se conoce como hiponatremia que puede ser muy peligrosa. Cuando esto es leve puede no dar síntomas, pero en casos moderados o severos pueden aparecer mareos y convulsiones o incluso entrar en un estado de coma.

La hiperhidratación puede ocurrir, además, por cardiopatías, nefropatías y hepatopatías en que el cuerpo no puede eliminar el líquido.

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