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Decir que "no" puede ser difícil pero también es indispensable. Imagina que aceptas todo lo que le ofrecen o piden. No habría forma de que pudieras cumplir con todo lo cometido si aceptaras más de lo que puedes manejar. Además, decir que "no" es parte de la formación del carácter, reafirma nuestra personalidad y hace que los demás sepan que respetamos nuestras necesidades.

 

Una situación en la que haya que rechazar una propuesta, se da en todo ámbito. En la pareja, por ejemplo, cuando uno no quiere ser compañía del otro, lo mejor es explicar con calma a la pareja que no necesitan hacer todo juntos para sentirse cercanos.

 

Entre amigos también es un problema, por ejemplo, cuando te extienden una invitación a un evento que no es de tu agrado. Por tu propia salud mental, puede ser mejor ignorar la solicitud si no es directa pero si te insisten, intenta buscar una salida cortés.

 

Para que te resulte más sencillo, aplica estos consejos básicos:

 

1. Tómate tu tiempo. Trata de no responder inmediatamente. Así lo reflexionas un poco mejor.

2. Piensa en tus prioridades. ¿Hacer esa actividad te impedirá realizar otra?

3. Consulta con tus emociones. Trata de identificar qué es lo que te está haciendo decir que sí (el miedo a herir al otro, la vergüenza). Recuerda que le dices que no a la propuesta y no a la persona.

4. Evita el monosílabo. Intenta decir "no" y el por qué, tus motivos disuadirán a los otros de que te insistan.

5. Dale una alternativa. Decirle: "no puedo pero que tal si...", hará que la negativa se sienta más suave y tu relación con la persona no se deteriore.