Conoce las principales enfermedades oculares según la edad
Conoce las principales enfermedades oculares según la edad

En el mundo 253 millones de personas sufren de alguna discapacidad visual; en el 80% de los casos, se trata de patologías que se pueden evitar o curar; según indicó la Organización Mundial de la Salud. Para Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica, Clínica de la Visión, las enfermedades oculares pueden producirse en cualquier momento de la vida, pero algunas de ellas tienen mayor incidencia de acuerdo al rango de edad. 

Según el médico, los problemas de refracción más comunes en niños son la , la hipermetropía y el astigmatismo. Estas afecciones pueden aparecer en la primera infancia, por lo que no diagnosticarlas a tiempo generaría serias dificultades para el correcto desenvolvimiento de los menores. Es importante que los padres estén atentos a algunas señales como dificultades para leer, escribir o mirar objetos lejanos, desviación de los ojos; así como lagrimeo, molestias con la luz y la frotación de los ojos.

Siverio Llosa refiere también que a partir de los cincuenta años aparecen otras patologías como la , la cual consiste en la opacidad del cristalino (lente interno del ojo); ello disminuye la capacidad visual del paciente. Esta patología se soluciona con una operación rápida y muy segura llamada facoemulsificación, luego de la cual el paciente recupera por completo su visión.

Otra de las afecciones más comunes a esta edad es el , la cual se produce por un desequilibrio entre la producción y la eliminación del líquido que se encuentra dentro del ojo (humor acuoso). Esta patología no presenta síntomas, sino hasta una etapa avanzada, por lo cual es muy importante hacer un chequeo de la presión ocular a partir de los 40 años de edad, cada 1 o 2 años, con mayor razón en personas con antecedentes familiares de esta enfermedad.

Una patología con mayor incidencia en la tercera edad es la  relacionada a la edad (DMRE). Esta afección se produce debido a que a partir de los 65 años pueden presentarse en el ojo pequeñas acumulaciones de residuos denominadas drusas. Estas dañan la retina (pared del ojo en la que se encuentran las células sensibles a la luz) y su parte central denominada mácula, la cual permite leer e identificar objetos y rostros. Si el daño es grave en esta zona el paciente solo tendría una visión periférica y sería incapaz de identificar detalles.

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