La forma de ver a una persona revela nuestros sentimientos hacia ella. Asimismo, indica cuáles son nuestras intenciones y puede dar pie al romance. Aquí, algunas maneras en que la mirada influye en el lenguaje del amor:
- Mirar fijamente excita. Un contacto visual prolongado tiene dos efectos. Puede despertar una sensación de amenaza, pero también es posible que la persona observada se excite sexualmente e interprete el acto como una invitación al sexo.
- Las pupilas dilatadas son sexis. Cuando alguien nos interesa, la zona interior del iris tiende a hacerse más grande. Dicho cambio físico hace que la persona resulte más atractiva al objeto de su deseo. En otras palabras, es un arma natural de conquista.
- Miradas recíprocas garantizan interés de ambos lados. La observación mutua suele ser garantía de que las dos partes se consideran deseables. Incluso puede ser signo de enamoramiento.