En el marco del Día Mundial de la Alimentación que se conmemora cada 16 de octubre, diferentes gobiernos alrededor del mundo, incluyendo el Perú, invitan a reflexionar sobre la seguridad alimentaria y la erradicación del hambre, que en el país alcanza actualmente un 15%. Esta fecha adquiere especial relevancia debido a los crecientes desafíos ambientales y sociales relacionados con la producción y el consumo de alimentos. Por ello, autoridades, instituciones de salud, escuelas y empresas se unen para promover una alimentación adecuada, basada en la calidad y la sostenibilidad, que cobra cada vez más importancia en los hábitos alimenticios de la población peruana.
Ante esta iniciativa, Oscar Jordan, catedrático de la carrera de Ingeniería de Industrias Alimentarias en la Universidad Le Cordon Bleu, señala: “Las opciones alimentarias sostenibles no solo benefician al entorno, sino que también apoyan a las pequeñas economías locales, fomentando la producción en ferias orgánicas y ecológicas”. Además, para reducir la dependencia de alimentos industrializados y disminuir la huella de carbono, el experto propone las siguientes soluciones:
- Optar por alimentos sostenibles: Es clave seleccionar alimentos que minimicen el uso de energía para su producción y transporte; por ello, una excelente opción es producir nuestros propios alimentos, cómo cultivar vegetales y poseer animales de corral. Otra opción es preferir alimentos producidos a nivel nacional, de modo que se acorta la distancia de transporte y se evita el gasto de combustible en la movilización de un país a otro, lo cual aumenta la huella de carbono.
- Adaptarse a la innovación tecnológica: La tecnología ha desempeñado un papel crucial en la transformación de la producción alimentaria. Las prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura vertical y el uso de fertilizantes naturales están revolucionando el sector agrícola. Asimismo, las industrias están optando por energías renovables, reutilización de efluentes y envases biodegradables, en un esfuerzo por reducir su impacto ambiental.
- Reducir el desperdicio alimentario: Un problema que afecta a nivel mundial como local es el desperdicio de alimentos, que se estima en un 30%. Este puede ser reducido a través del almacenamiento adecuado y el control de las fechas de vencimiento, así como su clasificación según su naturaleza, cómo por ejemplo, juntar todas las botellas de plástico y ofrecerlas a los recicladores. Y en caso existan residuos como tallos, hojas o cáscaras, optar por nuevas formas de preparación para optimizar su uso, como realizar compostaje a partir de su uso.
- Implementar la alimentación inocua: Otro aspecto fundamental de la alimentación es la inocuidad, es decir, consumir alimentos libres de peligros químicos, biológicos o físicos y en el rubro alimentario a escala industrial, existen controles mucho más estrictos que pueden evitar infecciones o intoxicaciones por alimentos provenientes de espacios en los que no hay buenas prácticas de manejo y conservación; como aquellos de origen doméstico o venta ambulatoria, donde la inocuidad es más frágil.
“Al seleccionar productos locales y orgánicos, reducir el desperdicio y apostar por innovaciones tecnológicas, cada persona contribuye a mitigar el impacto ambiental de su alimentación”, concluye Oscar Jordan, docente de la carrera de Ingeniería de Industrias Alimentarias de la Universidad Le Cordon Bleu. Por ello, adoptar opciones alimentarias más sostenibles se ha vuelto una necesidad urgente para garantizar la seguridad alimentaria, proteger los recursos naturales y fortalecer las economías locales, asegurando un futuro más saludable para el planeta y las próximas generaciones.
TE PUEDE INTERESAR:
Educación menstrual: 5 consejos para conversar abiertamente con tus hijas
Ilumina tu Halloween: consejos para crear la decoración perfecta
Superhéroes inspiran a escolares en la importancia de la alimentación sostenible