¡Extraño! ¡Entérate de los estigmas, marcas sin explicación!

Para los creyentes más fieles se tratan de verdaderos milagros. Huellas similares a las que tuvo el mismo Jesucristo que habitan en el cuerpo de algunos elegidos. Otros, en cambio, afirman que este episodio sobrenatural se trata de marcas propias del demonio. 

Lo cierto es que los llamados estigmas son señales o heridas que aparecen espontáneamente y que por lo general ocurren en devotos o santos, Estos se revelan como heridas en las manos o lágrimas de sangre. A continuación algunos casos particulares.

SAN FRANCISCO DE ASÍS. En 1224, dos años antes de fallecer, Asís se convirtió en el primer santo cristiano en padecer los estigmas de Cristo. Heridas de clavos emanaban de sus manos y pies. La iglesia incluso reconoce su caso.

TERESA NEUMANN. Alemana de padres campesinos se hizo conocida por derramar lágrimas de sangre. Murió en 1962. En vida inspiró la lucha de un semanario católico contra Adolfo Hitler.

PADRE PÍO DE PIETRELCINA. Vivió entre 1887 y 1968. La personalidad católica afirmó que podía leer los corazones y la conciencia. Además, cargaba con heridas en las palmas de su mano que consideraba regalo de Dios. En 1999 fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en 2002. 

GIORGIO BONGIOVANNI. Italiano al que le surgen llagas en formas de cruz, se proclamó cristiano y profeta. También asegura ser el intermediario entre los extraterrestres, seres que vigilan atentos la evolución de la humanidad.

ELIZABETH SÁNCHEZ. Ama de casa mexicana que presenta estigmas en frente y manos. Afirma que en 2003 recibió un mensaje de la virgen. La mujer además anunció la segunda llegada de Jesús. 

EL DATO

El Padre Pío y su credibilidad están cuestionadas. En el libro del historiador Sergio Luzzatto, Padre Pio Miracoli e Politica Nell'Italia del Novecento, recoge la versión del testimonio de una boticaria, María de Vito, que asegura que el mencionado pidió, por medio de un tercero, ácido carbólico. Se cree que esto pudo ser usado por el Padre Pío para irritar las heridas de sus manos.

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