Las rabietas o berrinches son un comportamiento habitual entre de 18 meses y cuatro años de edad. Se producen cuando el menor es incapaz de controlar su ira, lo que lo lleva a explotar en llanto, gritos y hasta golpes hacia sus propios Esta actitud es recurrente para llamar la atención, protestar por algo que quiere o escapar de una situación que no le agrada.

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En un contexto como el actual, gran parte de las rabietas se derivan de la ansiedad por estar encerrados debido al confinamiento. En esta situación, los pequeños pueden sentirse más estresados y frustrados, por lo que los padres deben tratar de entender estos sentimientos y reaccionar de la manera correcta para gestionar el enojo. Descubre cómo en esta nota.

1. Déle su propio espacio

Escoja un lugar seguro y neutro, sin objetos que el pequeño pueda utilizar para dañarse a sí mismo. Deje que el menor exteriorice sus sentimientos en esa área, mientras usted está cerca de él. Recuerde decirle constantemente que, cuando se calme, usted estará allí para escuchar lo que tiene que decir.

2. Cree una distracción

Haga que el menor canalice toda su energía negativa en otras actividades. Por ejemplo, puede pedirle que lo ayude a ordenar sus juguetes, cocinar juntos el almuerzo o buscar un objeto en específico. De esta manera, el niño olvidará poco a poco lo que tanto le fastidiaba.

Ojo con esto, bajo ningún motivo le prometa que lo premiará con dulces o juguetes si deja de llorar, ya que esto lo llevará a pensar que puede conseguir lo que quiere con llanto. Distraer y premiar no son lo mismo.

3. Menos gritos y más abrazos

Es importante que no pierda el control de la situación. Usted es el padre y como tal debe mostrar madurez y disciplina, pero también empatía. Por eso, hable con el menor y trate de entender el origen de su enfado. Cuando el menor empiece a explicar lo que sucedió, escuche activamente y abrácelo para que sepa que usted estará allí para él.

4. Demuéstrale las consecuencias de sus actos

No basta con que el niño deje de llorar. Si en caso lo agredió o insultó con palabras fuertes, hágale saber lo mucho que le dolió su actitud. Luego, dependerá de usted si merece un castigo, dependiendo de qué tan consciente esté sobre lo que hizo. Así su hijo sabrá la importancia de pensar antes de actuar.

¿Cómo se previenen las rabietas?

Es prácticamente imposible evitar que una pataleta suceda, ya que es un comportamiento frecuente en los niños como parte de su crecimiento. Lo que puede hacer para prevenir la intensidad de las rabietas es enseñarle ejercicios de relajación, o también dejarle en claro las reglas que debe cumplir en casa.

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