Libra a tus seres queridos de la temida meningitis
Libra a tus seres queridos de la temida meningitis

Todo comienza con fiebre y malestar general. “Nada que no se quite con un par de días de cama”, piensa la víctima. No es así, el enemigo recién está evaluando el terreno. Con el transcurrir de las horas deja sentir todo su poder destructivo: empiezan los vómitos, la fiebre sube y la persona se vuelve más irritable y sensible a la luz. Además, el enfermo sufre de confusión y su piel se llena de hematomas y erupciones.

Se ha sufrido un bombardeo bacteriológico y el responsable tiene nombre propio: Neisseria meningitidis, alias meningococo. “La bacteria se contagia a través de las gotitas que se eliminan al respirar, toser o hablar. Ingresa a las vías respiratorias altas y luego invade el torrente sanguíneo, llegando al cerebro, los pulmones y otros órganos”, indica la doctora María Petrozzi, gerente médico de Sanofi Pasteur y profesora de la UPC.

Este ataque por todos los frentes puede ser letal. La tasa de mortalidad fluctúa entre el 5% y el 15%, siendo los niños menores de cinco años y las personas mayores de 50 los más vulnerables. También es posible que el enfermo enfrente complicaciones como daño cerebral, hidrocefalia, miocarditis, convulsiones y derrame subdural (acumulación de líquido entre el cráneo y el cerebro). Según la doctora Petrozzi, otros riesgos son la sordera, ceguera y amputación de miembros. Ella estima que el 20% de los pacientes sufre esta suerte.

Mejorar las defensas

La vacunación es la forma más eficaz y segura de prevenir la infección. Se puede colocar desde los nueve meses hasta los 55 años”, advierte la especialista, quien además informa que en el mercado existen “vacunas conjugadas tetravalentes”, capaces de combatir cuatro tipos de meningococo.

Pero, si ya se ha contraído el germen, ella recomienda seguir un tratamiento a base de antibióticos cuanto antes o, de ser necesario, ingresar a la Unidad de cuidados intensivos. Asimismo, sugiere que todas las personas que hayan tenido contacto cercano con un paciente infectado inicien el tratamiento. Solo así se logra vencer a ese pequeño pero peligroso enemigo.

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