El café con leche, el latte o una taza de capuchino son algunas de las bebidas favoritas de muchas personas alrededor del mundo. Pero, ¿se sugiere su consumo frecuente? José Huapaya, nutricionista de la Universidad Católica Sedes Sapientiae (UCSS), recomienda limitarlas, especialmente en personas con deficiencia de calcio.

En el marco del Día Mundial de Lucha contra la Osteoporosis, que se celebra cada 28 de febrero, el especialista explica que la mezcla de café con leche genera una mala absorción de calcio, el principal nutriente que contribuye al fortalecimiento de nuestros huesos.

“Cuando tomamos café con leche, sucede que, durante las siguientes tres horas, la cafeína induce la pérdida de calcio por la orina. Luego, disminuye la absorción intestinal de este nutriente”, afirma Huapaya.

El especialista de la UCSS precisa que es importante consumir una adecuada cantidad de este nutriente. De lo contrario, el cuerpo tomará el calcio de la reserva de nuestros huesos, debilitándolos. Con ello, se aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis.

“Las personas con diagnóstico de osteoporosis tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas. Además, un buen aporte de Calcio en la dieta, regula la función cardiaca, participa en la secreción glandular y es el segundo mensajero para diferentes procesos fisiológicos, como contracción muscular, liberación de hormonas y neurotransmisores”, añade.

El calcio es un nutriente que se encuentra en los lácteos, como la leche, el yogurt y el queso. También está presente en las almendras, el ajonjolí, las menestras y los vegetales de hoja verde, como la espinaca y el apio.

“Desde el punto de vista nutricional, no se recomienda ingerir café con leche. Se deberían consumir por separado. Sin embargo, si genera mucho placer, se podría consumir eventualmente. Es importante asegurar los requerimientos diarios de calcio. El consumo de lácteos debe ser de 2 a 3 raciones al día”, dice el nutricionista de la UCSS.

Huapaya también detalla la cantidad de calcio que requiere una persona, de acuerdo a su edad, para cubrir sus necesidades nutricionales:

• Niños: 1-3 años: 700 mg/día; 4-8 años: 1000 mg/día; 9-13 años: 1300 mg/día.

• Adolescentes: 14-18 años: 1300 mg/día.

• Adultos de 19 a 59 años: 1000 mg/día.

• Adultos mayores: Mujeres de 60 a más 1200mg/día; Varones de 51 a 70 años: 1000 mg/día; Varones de 70 a más: 1200 mg/día.

• Gestantes y Que dan de lactar: 14 a 18 años (1300 mg/día); 19 a 30 años (1000 mg/día); 31 a 50 años (1000 mg/día).

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